Los sistemas de vídeo-vigilancia se han convertido en un elemento clave para garantizar su seguridad y vigilar en todo momento sus dependencias.

Una vivienda que disponga de terreno exterior, las instalaciones de una empresa o institución o un comercio estarán más seguras y controladas si tienen incorporado un sistema de cámaras de vídeo-vigilancia que informen en todo momento de lo que está pasando y quien está accediendo en nuestras zonas.

Si, además, tenemos el control a distancia de las cámaras que nos permite hacer zoom y acercar las imágenes o modificar la visión y estas imágenes nos llegan, mediante un circuito cerrado de televisión, a nuestros ordenadores, nos garantizarán la máxima vigilancia.

El sistema CCTV (Closed Circuito Television) permite la visualización de las cámaras, a distancia, en cualquier lugar y en cualquier momento. Este sistema está formado por una cámara o más de vigilancia conectadas a uno o más monitores que reproducen las imágenes y que se pueden derivar a vídeos u ordenadores.

Actualmente los CCTV se pueden dirigir desde una sala de control, remotamente, de tal forma que el operario puede cambiar la orientación de las cámaras, hacer zoom y realizar diferentes operaciones telemáticamente.

Los sistemas más sofisticados pueden incorporar visión nocturna, operaciones asistidas por ordenador y detección de movimiento, el que permite poner el sistema en alerta cuando alguien se mueve ante las cámaras.

La calidad de las imágenes que actualmente tienen los sistemas hacen que sean unos del más eficientes a la hora de controlar dependencias.